27 de septiembre de 2012

Sólo cuando me río

Sólo cuando me río…

Por @ecaos

Que tristes han estado estos días para el cine. No sé si será que el otoño ya nos alcanzó cuando ni bien habíamos dejado el verano, o que este año ha habido muy poco para recordar en cuanto a películas se refiere porque la cartelera ha estado bien pobre. Y en esos andares pues me he metido a ver cada cosa que a veces no quisiera pensar que lo hice. Digamos que soy como el teporochín que ya por último le mete al alcohol de farmacia con tal de ponerse una guarapeta. Pero bueno, si lo veo en frío también me ha servido para echarle un ojito a la clase de espectadores que somos los que llenamos los cines a los que voy. ¡Qué pena con la visita! Tenemos la marca del mecapal bien profunda.

Y es que si sumamos lo que somos, más lo que las distribuidoras de cine piensan que somos, me sorprende que no terminen programando puro videohome, o pelis gringas de esas que ellos mandan directo a video –Y ya para que ellos las manden directo a video es porque deveras…-. Digamos que somos como “el tercer mundo de la cinefilia”. Y me atrevo a decir ésto porque en días pasado fui a ver dos comedias, malitas, pero enteramente diferentes entre ellas. Desde el humor hasta, por supuesto, la factura. Y antropológicamente fue toda una aventura.